Cambio de neumáticos en Móstoles

Hoy en día el cambio de neumáticos es un servicio fundamental a la hora de garantizar la seguridad y el rendimiento óptimo de cualquier vehículo. Además, son uno de los puntos a revisar en la ITV.

Los neumáticos son el único punto de contacto entre el automóvil y la carretera, lo que los convierte en un aspecto clave en el sistema de seguridad del vehículo. Unos neumáticos en buen estado aseguran una adecuada tracción, un frenado eficiente y una conducción segura.

¿Cómo cambio los neumáticos?

El primer paso es realizar un examen en profundidad del estado del neumático. Nuestros mecánicos evaluarán el estado de los neumáticos actuales, verificando la profundidad de la banda de rodadura, buscando signos de desgaste irregular, cortes, grietas o abultamientos.

Es importante identificar estos problemas a tiempo para evitar accidentes y asegurar que el vehículo funcione en perfecto estado ante diversas condiciones climatológicas.

Una vez se considere que es necesario cambiar el neumático, se retiran las ruedas del vehículo. Para ello, se utilizan herramientas especializadas que desmontan los neumáticos viejos de las llantas. En nuestro taller realizamos el cambio con sumo cuidado, siempre evitando dañar las llantas y asegurando que los nuevos neumáticos se instalen correctamente.

Antes de montar los nuevos neumáticos, se realiza una limpieza y revisión de las llantas para detectar posibles daños que puedan afectar el montaje. Luego, se colocan los nuevos neumáticos y se aseguran de manera uniforme, siguiendo las especificaciones del fabricante del vehículo y de los neumáticos.

Trabajamos con la máxima precisión para evitar problemas como el desequilibrio de las ruedas, que puede causar vibraciones y desgaste temprano.

Una vez instalados los nuevos neumáticos, se realiza el balanceo de las ruedas. Este paso es crucial para asegurar una distribución uniforme del peso alrededor de la rueda, lo que contribuye a una conducción suave y reduce el desgaste de los neumáticos y demás componentes del sistema de suspensión.

Finalmente, las ruedas se vuelven a montar en el vehículo y se aprietan los pernos de manera uniforme con una llave de torsión para asegurar una sujeción adecuada. El proceso acaba con una revisión final y una prueba de manejo para confirmar que todo está en perfecto estado.